Atravesó
la calle, sorteando los autos hasta llegar al portón del edificio de varios
pisos, entró hasta llegar al lobby donde el ascensor presto arranca. Marca el
no. 3, la puerta se cierra inmediatamente y luego da un abrupto jalón hacia
arriba, sube lentamente hasta el nivel apuntado, caminó unos metros a la
derecha hasta encontrar el 312, donde un cartel se anunciaba “El salón del mas
allá”, Madame Satara La Gitana,
Espiritista.
Tocó
el timbre y en un dos por tres alguien abrió, se trataba de un hombre vestido
en velos de seda y un pequeño turbante, zapatos de punta levantada que se movía
y su actitud amanerada, le invitó a entrar.
--- Madame Satara le espera… pase
adelante, en un momento le atiende.---
Detrás
de unas cortinas gruesas con signos del zodíaco rodeaban una mesa circular con
una bola de la fortuna en el centro y con pañuelos rectangulares de diferentes
colores que se encontraban dispuestos frente a cada de las sillas de madera
color caoba alrededor de la mesa. Uno de los lugares era un sillón en forma de
trono con colchones de terciopelo, donde una gran cortina color dorado, como el
telón de un teatro caía a espaldas del respaldo.
El
humo del incienso precedió la entrada de la mujer, la gitana, que portaba una
capa color negro, bordado de sedalinas de colores, la sotana le cubría hasta
los antebrazos, donde portaba unas pulseras circulares, engalanadas de piedras
en su mayoría rojas, un anillo metálico en cada dedo y las uñas alargadas que
terminaban como pico de loro, pintadas de color blanco, le acompañaba el
asistente quien abrió la puerta, él llevaba colocados sendos anteojos oscuros, después
de acomodar a la dama, se sentó a su lado, tomando posesión como su brazo derecho. En la
siniestra se sentó otra dama, con una túnica celeste, con enormes colgantes en
sus orejas, una peineta de carey, ella además portaba una libreta y un lapicero
en sus manos. Augusto le fue indicado que se sentara frente a la madame.
Los
acordes de una música suave de violines se deslizaba por debajo de las cortinas
que le daban un ambiente tenebroso al lugar. Se ordenó unirse de las manos,
mientras la madame cerraba sus ojos y entraba en meditación, balbuceando quizás
oraciones para si misma, pasado un momento el asistente se quedó rígido, luego
se contorneó, echando su cabeza para atrás y tembló como en convulsiones.
--- Relájate… o espíritu del mas
allá. Identifícate…--- dijo la dama.
Una
transformación se había efectuado, el tono de la voz se hizo aguda y luego
tartamudeó.
--- ¡Soy Marielos…!, quien me
busca?, las comunicaciones con los espíritus que han sido muertes por violencia
se tornan difíciles.---
---Marielos --- insistió el hombre.
--- Silencio --- comandó la Madame --- déjala que se
exprese. No la interrumpan.
Un
momento de tensión se vivió, el médium se levantó en el aire sobre la silla,
los demás participantes se hacían de gran sorpresa de su actuación. Después de
las respectivas preguntas y la historia vertida, el asistente cayó desmayado
sobre la mesa, sudaba copiosamente y perdió el contacto. Casi en zopilotillo
fue llevado a otra habitación, donde al estar a solas.
--- Ya basta deja ya de fingir, la
actuación fue buena pero YA!---
El
asistente no recobraba el conocimiento por lo que se alteraron, le lanzaron un
poco de agua sobre la cara y le dieron a oler sales aromáticas, que le hicieron
reaccionar.
---Que pasó.--- dijo ---que miedo,
me vi flotando entre las cortinas y mi cuerpo estaba ocupado por alguien….---
insistió --- Lo juro, nunca me había pasado esto, un desprendimiento.---
Tanto
la madame, como su otra asistente se asombraron, nunca habían tenido una
experiencia tan vívida.
“Una chica corría por las aceras
mojadas por una pequeña llovizna, el ruido de sus tacones redoblaban en eco por
la ausencia de transeúntes, apretaba con todas sus fuerza las orejas de su
cartera y volteaba a ver si alguien la seguía. El miedo reflejado en su rostro,
no le hizo percatarse que al final de la calle le salió al encuentro un sujeto
fornido, quien le atrapó, ella en su desesperación gritó y le lanzó un volado
con la cartera, la que se revienta de una de las asas y va a caer fuera de su
alcance. Arrastrada desde las espaldas es llevada hasta una furgoneta y con la
ayuda de otro sujeto la introducen con lujo de fuerza en su interior, una banda
de tape le es colocada sobre la boca y una bolsa de tela le cubre la cabeza.
Maniatada de pies y manos, fue conminada a guardar silencio y dejar de moverse.
El
vehículo se detuvo frente al portón de un granero, donde como costal es botada
y arrastrada a su interior. Sus manos son encadenadas a una estructura de tubos
galvanizados y la cachucha le fue arrancada, junto a un mechón de pelo, allí se
quedó semi sentada, la pintura sobre sus ojos le manchan las mejillas al
mezclarse con las lágrimas.
Allí
fue dejada en medio de la oscuridad y el silencio de la noche…
En
el interior de una elegante residencia varias personas comentan el asunto, después
de haber recibido una llamada telefónica, donde además de comunicarles el
secuestro de la chica, les amenazan en no hacer ninguna comunicación a la
autoridad, so pena de hacerle daño. Augusto se toma la cabeza y se lamenta de
lo sucedido.
---500,000 pesos.--- mira al cielo y suspira.--- de donde voy a sacar
ese dinero?---
La
madre de la joven se asoma en la entrada de salón y corre despavorida a
lanzarse en brazos de su esposo, donde estalla en llanto. En ese momento el
timbre de la residencia suena las campanas, un paquete es entregado a la
empleada de servicio, quien lo lleva inmediatamente hasta los patrones.
Una
caja?, la curiosidad le hace una mala pasada, rompen los cartones de una
empresa de correos: envuelto en unas hojas con líneas, el mechón de pelo
castaño claro se expone y un grito de la madre se deja escuchar en instante.
--- Mi nena…. --- se suelta a llorar
amargamente.
Las
comunicaciones y la negociación se inicia, con la violencia de los insultos y
amenazas, el estira y encoge, alrededor de las cifras del monto de dinero del
rescate, pero aun no se llega a un acuerdo. La tensión ha ido en crecimiento y
la desesperación de la familia se patentiza en angustias y en la sensación de
impotencia del trato. Han pasado 24 horas si tener una nueva comunicación, tras
la última en la que no se consiguió acuerdo, la plática se cortó abruptamente
al no conseguir una aceptación.
El
silencio y el paso de las horas se convierten en el suplicio mas grande, el
temor de que se hayan tomado por cumplidas las amenazas se vuelven un martirio.
Al
fin se llegó a un acuerdo en las cifras, se siguen las instrucciones y las
acciones necesarias para la entrega del dinero, bajo estrictas medidas de
seguridad.
Son
las ocho de la noche, el auto de Augusto se acerca hasta un pequeño parque en
el norte de la ciudad, apaga las luces y se estaciona en una de las orillas, desciende
del auto y se dirige hasta una de las bancas, una bolsa plástica es dejada en
la canasta de metal que sirve para recoger la basura. Abandona el lugar
sigilosamente y se dirige a su casa a esperar la comunicación de la parte del
trato.
Y
se olvidó el incidente, van mas de dos meses que el rescate fue pagado y ella
se encuentra ausente, quizás perdida y mas probablemente muerta. La familia a
recorrido hospitales, morgues, todo en vano, las instituciones de derechos
humanos, asociaciones de familiares de desaparecidos…
Augusto
sale del edificio, con una leve luz de esperanza, esta ha sido la segunda
sesión con Madame Satara, La comunicación había sido establecida en la
presentación del espíritu, tras una breve locución y las informaciones
recabadas a través del médium parecían acertadas, ajustadas a ciertos eventos
acaecidos en el período. Se había presentado de nuevo Marielos, quien dio las
señales de su paradero, reclama estar encerrada dentro de una cripta, marcada
con una cruz rayada sobre una tumba en un cementerio de un poblado cercano a la
ciudad.
Las
autoridades son alertadas de la situación y recibiendo las instrucciones, de la localización del lugar, el padre, junto
a un fiscal y la policía, se han presentado hasta el pequeño cementerio del
poblado. Un tiempo antes en ese lugar se dieron varios saqueos de tumbas, que
se investigaron muy superficialmente por las autoridades, en el espacio
indicado había un lotes de nichos populares que constantemente se renovaban,
allí está el espacio donde el agujero fue sellada nuevamente, la marca de una
cruz, rayada por clavos. El fiscal de la orden y un albañil procede a
destaparla.
El
macabro hallazgo, allí se encontró un cadáver, envuelto en bolsas plásticas, lo
descubren y la familia identifica a la joven Marielos, el padre cae hincado a
tierra y descarga su llanto que le oprime el alma. Levanta sus ojos al cielo
para darle gracias al creador por el hallazgo, en la parte alta de la cuadra de
los nichos, un espíritu de una chica aparece y se desvanece en el aire luego de
dar las gracias.
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