--- ¿Qué haces allí? eres un bicho
feo---
Sentenciaba
la Cucaracha
frente a un espejo colgado de la pared, frente un lavamanos.
--- Ja, ja. Si soy yo.--- volteando
a ver toda sonriente, agitaba sus antenas mientras correteaba para esconderse
de la luz.
En
el fondo de la repisa, levanta la cabeza una lagartija, verde de varias
tonalidades, cuyos ojos no dejan de observar al otro animalejo, fácilmente
salta y se prende de la pared, por medio de sus ventosas de sus dedos, recorre
unos centímetros en dirección de su presa y se asoma también al espejo, donde
se detiene. Se asusta al mirarse.
--- ¡Huuuy!, si tu también te ves
horrible --- le grita la cuca, desde una rendija donde logró meterse en un
descuido.
--- Será.--- responde.
La
lagartija saca su lengua, se rasca alisando la cresta en su cabeza, en un
bostezo se saborea, levanta la cabeza y da unos graciosos pasitos para asomarse
en el agujero donde su compañera desapareció.
---Oye amiga ¿Dónde estás?... Yo no
te veo tan fea, regresa de pronto charlamos.---
--- Verdad que no soy tan fea, eso
mismo he pensado --- se coloca en su escondrijo, con sus patitas tratando de
hacer cintura, mostrando su coquetería. Mueve su cabeza, tratando de husmear
hasta donde puede llegar sin peligro, para no ser presa fácil de su vecina.
Ambas
chicas se han encontrado en pleno campo de batalla, en plena persecución,
mostrando sus habilidades de perseguir y ser perseguidas, hasta que una se
esconde o la otra se fatiga y se queda agarrándose la quijada y con el apetito
a flor de piel.
A
la cucaracha le fascina deambular por las noches, recorre los trastos sucios,
los platos con restos de comida que se quedan en la pila, las montones de sus
compañeras se hacen de fiesta, cuando el sol se ha ido y corren despavoridas cuando
se encienden los focos de la cocina.
La
lagartija mas tranquila permaneces de día y de noche agarrada de marcos de
sillas, sobre las libreras, agudizando sus miradas con el fin de localizar todo
lo que pueda significar comida, es una ferviente cazadora, que aprovecha los
cambios de color de su piel para engañar a los insectos.
La
cuca un tanto mas despistada, le teme pero mas a los insecticidas que las
persiguen hasta sus escondrijos mas recónditos, dentro de los aparatos de la
cocina.
Hoy fue día de fumigación y muchos
de los animalejos permanecen panza arriba, las moscas como rehilete dan vueltas
en tierra con los efectos de los venenos, las polillas huyen en parejas
haciendo caminos sobre el piso y en el zócalo de la habitación.
--- Achuuuuu!!--- truena el
destornudo de la lagartija que saca la cabeza en el borde de la ventana.--- no
pensé que fuera tan desagradable ese olor.---
La
pobre cucaracha sale de su escondite, medio atontada, como quien pasó una noche
de juerga, se da un revolcón y luego se pone de nuevo en pie. Ya se dio cuenta
que esta a merced de su compañera, por lo que se tira de espaldas y se hace la
muerta.
--- Crees que me vas a engañar con
ese teatro de la muerte?---
---Al menos eso te puede servir de
advertencia, si osas comerme, te vas a enfermar de la pancita y a lo mejor tú
también pases a mejor vida…---
---No lo creo amiga mía, un bocado
con aderezo de flit, no creo me haga daño, además me serviría para una comida
de una semana.
--- Hay pobre de mis cientos de
hijos, que esperan que les lleve a dar un paseo por los restos de basura.---
--- Que lástima, buen provecho.--- y
se saborea, lamiéndose los labios.
La cucaracha se da un brinco y se
pone en carrera, escondiéndose bajo un trapo. La lagar, la persigue y se pasa
encima de la servilleta, donde pierde a su presa, que con todo el sigilo del
mundo aprovecha un dobles y sale escurridizamente, hasta donde trepa un horno,
que tiene unos agujeros de ventilación, ella tratada de penetrar, pero la mayor
parte de su alargado cuerpo queda por fuera, donde es presa fácil y se
convierte en el bocado de reina de su compinche.
--- Glu…,Glu…--- es el símbolo de la
deglución del animalejo, estira su cuello y engulle la totalidad, luego con sus
estiradas patas delanteras, soba el tracto de su garganta hacia abajo para
acomodar su comida.
--- Amiga cucaracha, eres un bocado
delicioso. Que dices jugamos a las carreritas otro día, hoy cumplí con mi dieta
y me iré a descansar… Eso te digo cuando termine de hacer mi digestión, seguro
encontrare otra tu camarada para jugar con ella.
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